Por Sergio García Bahena y Valeria Dávila Solano
Universidad Politécnica del Estado de Morelos
El 3er foro itinerante binacional México-Canadá, se inauguró en un lugar especial, reflejo de la biodiversidad y sustentabilidad, la Preparatoria Comunitaria de Tres Marías de la UAEM. La aventura comenzó desde la primera actividad y recibimiento de los invitados por parte de la comunidad académica y estudiantil, con un frío ligero y un sol ardiente. En el tenor de la celebración se firmó el convenio entre el ǿմýƵ y la Preparatoria Comunitaria, que más que un papel es el vínculo por medio del cual se formaliza el trabajo y participación hacia un camino sustentable.
Siguiendo en el tenor de la sustentabilidad, algunos estudiantes expusieron la importancia de la bioconstrucción y los materiales que se aprovechan de los recursos que proporciona la naturaleza y que tradicionalmente se utilizaban por las culturas de la región y que actualmente se están dejando atrás como la elaboración artesanal del adobe. Con proyectos de sustentabilidad se pretende recuperar esas raíces; parte de esta recuperación, incluye la de los sentidos, y por ello, nos invitaron a participar a poner los pies en la tierra y elaborar la mezcla para el adobe y construcción de bloques. Esa sensación fría, diferente, algo que no se tiene acostumbrado a sentir. Sentir la textura del suelo, sentir el agua como hace integrar las partículas de suelo y como se va teniendo una textura uniforme, amasada, sentir el contacto con la naturaleza, algo nuevo, o mejor dicho regresar a la infancia, cuando íbamos descalzos en el lodo.
Otro proyecto creado por los estudiantes fue el espacio destinado para la siembra y propagación de plantas medicinales, esto para la creación de un botiquín con las plantas más importantes de la región con fines curativos. Fue interesante observar que no solamente como producto se enfocaron en el botiquín, si no, la vinculación entre estudiantes para la elaboración de pomadas y ungüentos, que favorecerá a la comunidad para el compartir saberes de la propia comunidad y retomar esos hábitos.
Como parte de las actividades tuvimos un recorrido cerca de las instalaciones, en donde además de disfrutar el agradable y templado clima, observamos el hermoso paisaje, nos adentramos al bosque, y con un ejercicio nos mostraron las posibles aves de la región; algo impresionante fue como pasamos de un escenario a otro, ya que estábamos entre las aulas y luego solo cruzamos la carretera y ya estábamos entre el bosque, en un abrir y cerrar de ojos literalmente, nos encontramos entre pinos, en un suelo esponjoso por el acolchado del bosque, ese olor a pino, a resina, ese silbar del viento entre las ramas y tan acomodados troncos de los pinos.
El bosque solo fue el camino para llegar a una laguna que esta seca en esta temporada y que fue el escenario perfecto para presentar el teatro comunitario que nos llevó a reflexionar y pensar a cerca del impacto que hemos hecho hacia el ambiente y de que efectivamente “Es tiempo de actuar”.
Después de la reflexión, el espacio cultural nos llenó el corazón al bailar con los alumnos los tradicionales Chinelos, un baile tradicional de Morelos, y que con orgullo compartimos y bailamos con nuestros colegas y amigos del ǿմýƵ de Canadá; observar los bailables que prepararon para todos, nos llevamos una gran motivación y asombro por lo que se puede hacer cuando se tiene disposición hacia la sustentabilidad.
Iniciar el 3er foro de esta manera no solo fue enriquecedor, sino que nos llenó de energía para toda una semana agotadora pero de invaluable experiencia y convivencia.